“THE ONE” (Serie de ficción. Reseña sin avances)

Una intriga centrada en el mercado de encuentros amorosos por medios genéticos, donde se enfrentan la ambición y las contradicciones morales.

 Por Oscar Almeida.









Esta serie de ficción británica dirigida por Jeremy Lovering y producida por Urban Myth Films y Studiocanal, presenta una trama moral, científica y policiaca, que aborda las relaciones de poder y las consecuencias provocadas por utilizar masivamente las relaciones amorosas como objeto de lucro. 

Un thriller con apuntes de ciencia ficción, donde Rebecca Webb (Hannah Ware) y James Whiting (Dimitri Leonidas), son dos brillantes biólogos que descubren -mediante el uso de la genética-, cómo encontrar la pareja ideal para cada uno, con solo aplicar pruebas de ADN. Generando así una poderosa empresa, pero también una serie de problemas inesperados.






Las dificultades comienzan cuando ambos lanzan “The One”, su prometedora empresa, al mismo tiempo que le ocurre una fatal desgracia a uno de sus amigos cercanos: Ben Naser (Amir El-Masry), quedando ambos involucrados, al punto de prevalecer entre ellos un delicado secreto.

De ahí en adelante las cosas tomarán un camino intrincado, especialmente para Rebecca quien asume la dirección de “The One” su exitosa compañía, al experimentar a la vez tanto la seducción del liderazgo, como los costos emocionales por explorar en “carne propia” su –“propioinvento-, viviendo hasta los límites la “hechicería amorosa” del llamado “emparejamiento” genético. 









A su vez, la serie nos presenta a otros personajes, como Kate Saunders (Zoe Tapper) quien interpreta a una brillante agente policiaca, -pero repentinamente enamorada-, como también Mark Bailey (Eric Kofi-Abrefa), un periodista manipulado por su propia esposa Hannah Bailey (Lois Chimimba), obsesionada por encontrar la “pareja ideal” de su propio marido.










Dichas historias se precipitan bajo la tentación de buscar en “The One” el amor verdadero. Comprobando así su mágica efectividad, pero también su enorme capacidad para provocar crueles encrucijadas sentimentales. Al punto de poner de cabeza sus principios y su concepto – cultural- sobre la autenticidad amorosa






Esta producción puede atrapar al espectador por su motivación original, donde la biogenética con fines de mercado, modifica las relaciones al provocar encuentros inesperados a través de un extravagante invento. 






Un defecto -de esta serie- es concederle demasiado espacio al thriller, que, si bien sostiene la principal línea de tensión, se obstina en algunos episodios por una trama de ambiciones desmedidas ya muy conocidas, desvirtuando así el sentido original del tema inicial: ¿El amor es cultural o biológico?

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